Lihn, ¿mito literario o poeta maldito?


Lihn, ¿mito literario o poeta maldito?

Acaba de lanzarse "Enrique Lihn: vistas parciales", de Adriana Valdés, que aborda estudios acerca de su obra y un capítulo testimonial sobre los últimos días del poeta.

MARILÚ ORTIZ DE ROZAS

La cantidad de rumores y "versiones dudosas sobre circunstancias de la vida y muerte de Enrique, hechos que inciden en la lectura de su obra", son los que motivaron a Adriana Valdés a romper su discreto silencio para aceptar la invitación de Editorial Palinodia y escribir sobre Lihn. Aclara que "... Vistas parciales" no es una biografía, pero servirá a quienes más adelante quieran llevar a cabo esa tarea.

"Enrique Lihn se ha transformado, desde su muerte, en una especie de magneto que atrae las más diversas fantasías. Su aura de poeta maldito no lo abandona, y sobre ella cada uno teje su propia versión. El último número de la revista New Yorker trae un relato magnífico de Roberto Bolaño sobre un encuentro fantasmal e imaginario con él".

El poeta de "La casa de Dostoievsky", de Jorge Edwards, también se inspira en Lihn, y son los dos casos más recientes y destacados de su mitificación. "Por cierto, esto no le habría desagradado, y puede que sirva para dar a su obra una difusión que no tuvo mientras vivió. Sin embargo, sería lamentable, para su posteridad, que algunas de esas ficciones fueran tomadas por hechos", recalca Adriana Valdés.

La académica y escritora aclara en "... Vistas parciales" numerosos aspectos sobre Lihn y también respecto de ella, precisando que fueron pareja desde 1974 hasta 1981, lo que derivó en una profunda amistad que duró hasta la muerte de Lihn. Por encargo de él, Valdés lo cuidó en sus últimos días y se encargó de publicar su obra póstuma. Ese período es el que aborda en el capítulo "La escritura de Diario de Muerte, un testimonio presencial", en el que revela detalles muy emotivos y estremecedores, como que Enrique Lihn escribió obsesivamente hasta su último respiro, y como las fuerzas le flaqueaban, incluso pidió que le amarraran el lápiz a la muñeca...

Revela también que Lihn vivió modestamente, pero con sus propios medios, y afirma en forma tajante que era "muy delicado en asuntos de dinero".

"... Vistas parciales" salió de imprenta en los últimos días de 2008, año en que se cumplían dos décadas de la muerte de Lihn. Valdés lo dedicó a Andrea Lihn, única hija del poeta, y a los dos hijos de ésta, "para que conozcan a su abuelo y dimensionen quién fue", exclama.

Si hay algo de lo que sufrió Lihn en vida fue de falta de reconocimiento. "Hoy no hay que hacer ningún esfuerzo para mantener viva su memoria. Su obra, visionaria, tocó una fibra que hace eco en la juventud actual, por eso hay tanto interés en ella".

Dotado de una honestidad compulsiva, una actitud crítica, confrontacional y desafiante, cosechó lo que era de esperar: hartos enemigos, en particular en política. Pero es lo que le permitió ser el autor de "Porque escribí", uno de los poemas chilenos más antologados actualmente:

"Porque escribí no estuve en la casa del verdugo.../ ni me hice desear como escribiente/ ni la pobreza me pareció atroz/ ni el poder una cosa deseable.../ Pero escribí y me muero por mi cuenta/ porque escribí, porque escribí estoy vivo".

Andrea Lihn manifiesta que le emociona ver cómo hoy su padre efectivamente sigue vivo a través de su poesía y de sus infinitos seguidores, en particular los jóvenes.

Santiago, París, Manhattan

Enrique Lihn nació en septiembre de 1929, y estudió en el Saint George y el Liceo Alemán. Trabajó como locutor radial, ilustrador, crítico de arte y profesor, tanto en Chile como en Estados Unidos. Obtuvo una beca en museología que lo llevó a vivir a París, así como la beca Guggenheim que lo trasladó a Manhattan. También vivió en Cuba, con cuyo régimen se enemistó a raíz de su defensa del poeta Padilla. Obtuvo diversos premios internacionales, entre ellos el Casa de las Américas. En Chile sólo obtuvo el Premio Municipal de Poesía por "La musiquilla de las pobres esferas". Murió de cáncer el 10 de julio de 1988.


daniel rojas pachas

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